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sábado, 3 de junio de 2017

Qué dolor...!! Anestesia local y regional en ORL (2)

Entre esta imagen..





...a esta otra...





...hay un abismo, una evolución enorme gracias al conocimiento de las sustancias anestésicas y al avance tecnológico.




La anestesia es una parte fundamental de nuestra especialidad, y en general de la medicina. Ayuda a aliviar el dolor que una intervención quirúrgica o exploración médica y mejora el postoperatorio. Intentamos:
  1. aliviar la ansiedad
  2. mantenerte dormido
  3. minimizar el dolor durante el procedimiento quirúrgico y aliviarlo después de su realización
  4. relajar los músculos, lo que ayuda a mantenerte quieto
  5. bloquear los recuerdos de la intervención quirúrgica
¿Lo conseguimos siempre...? Esto lo tendrán que responder nuestros pacientes...





En ORL la anestesia local, de la que trataremos hoy, la usamos a diario para multitud de procedimientos. En quirófano junto a la anestesia general, en procedimientos con sólo a. tópica-locorregional, o en la consulta para realizar procedimientos menores.

La cirugía "menor", en mi caso, ha ido en aumento en los últimos años. Cada vez hago más procesos en la consulta con sólo anestesia tópica o local por lo que es importante tener una idea de qué es, cómo usarla y de la "anatomía sensitiva" de la región de la cara y cabeza.







Vamos a ver los conceptos de este tipo de anestesia y las prácticas usuales para poder utilizarla correctamente. Veremos los puntos básicos por regiones, oído, nasosinusal, cara y cervical.


En primer lugar hemos de conocer los principales agentes anestésicos para la administración tópica o locorregional:








Cirugía otológica

Examinemos primero los nervios implicados:
- plexo cervical superficial (C2-C3), ramo auricular mayor. Inerva parte posteroinferior del pabellón y lóbulo
- nervio (nv) auriculotemporal, rama del nv mandibular (V3). Inerva la parte anterolateral del pabellón, trago y parte del CAE.
- nv. auricular, ramo del neumogástrico (X PC). Inerva parte profunda del CAE y porción inferior de la membrana.



- nv. intermedio de Wrisberg (VIIbis). Inervación sensitiva de la concha y de la zona inicial del CAE o de Ramsay Hunt.

- nv. de Jacobson. , rama del glosofaringeo. Inerva la caja del tímpano.




Tipos de anestesia en la otología:

Prácticamente toda la cirugía de oído (no de base de cráneo aunque esté implicado el oído) se puede hacer bajo anestesia local, con o sin sedación. Colocación de tubos de drenaje transtimpánicos, miringoplastias, timpanolastias con o sin fresado (fresar la mastoides no duele pero es molesto para el paciente), las otoplastias... En todos los casos se debe individualizar la decisión. En niños, por ejemplo, es más complicado hacer los procedimientos con anestesia local.
- local por contacto. Se usa poco. La utilizamos por ejemplo para la miringotomía. Se coloca el anestésico directamente en el CAE y sobre la membrana (como la lidocaína) y se deja unos minutos actuar. La EMLA puede ser útil también.
- por infiltración. Una de las más usadas para la cirugía otológica. Puede combinarse con la anestesia tópica. Tenemos:
  1. transmeatal. Punciones en la parte externa del CAE, unión pilosebácea. Se puede hacer con esta anestesia gran parte de las cirugías otológicas.
  2. vía endoaural. Inyección a nivel de la unión cartílago-hueso.
  3. vía retroauricular. Inyección de 3-4 puntos en la región retroauricular y posterosuperior (región del sitio del injerto fascial). No ir muy por debajo del lóbulo para evitar una parálisis facial transitoria. Aconsejable esperar unos 10-15  minutos para que haga su efecto antes de empezar a cortar.












Cirugía nasosinusal y de la cara.

La inervación de estas regiones viene a cargo del V PC o trigémino, a partir de sus dos ramos. Es un nervio de naturaleza mixta que tiene bajo su dependencia la sensibilidad de la cara y de parte de la cabeza. nace de la raíz principal, sensitiva,  y la raíz secundaria, motora. La raíz sensitiva forma el ganglio de Gasser y de ahí partirán sus 3 ramas: V1 u oftálmico, V2 o maxilar superior y V3 o mandibular, el único mixto. Tiene a su vez abundantes fibras vegetativas, simpáticas como parasimpáticas. 

  • El V1 se divide en la rama frontal, lagrimal y nasocilicar. El lagrimal inerva la conjuntiva, párpado superior, canto lateral del ojo y glándula lagrimal. El frontal da los ramos supratroclear y supraorbitario, e inervan el parpado superior y la hemifrente. El nasocilicar inerva los musculos dilatadores de la pupila, iris y córnea, el seno esfenoidal, etmoides, huesos nasales, porcion anterior septo y cornetes, punta nasal, región alar, canto medial del ojo, carúncula y saco lagrimal. 
  • El V2 da varios ramos: ramos ganglionares, secretores para glándula lagrimal y mucosa nasal; nervio cigomático para la piel de la región temporal y cigomática; el pterigopalatino para seno esfenoides y etmoides posterior, mucosa faringea, cornetes y zona superior septal, mucosa gingival, bóveda palatina, velo paladar y amígdalas; el nervio alveolar superior inerva el seno maxilar y molares; y el nervio infraorbitario que inerva el párpado inferior, ala y vestíbulo nasal, labio superior y mejilla. 
  • El V3 es mixto, con sus ramos sensitivos bucal (para piel, mucosa bucal y encía posterior), auriculotemporal (parte anterior pabellón, parótida, región temporal y parte anterior trago), alveolar inferior (mandíbula con su hueso, dientes y encías, labio inferior, mentón, incisivos y caninos) y nervio lingual (dos tercios anteriores de la lengua, suelo de la boca y encía anterior). El ramo motor inerva los músculos masticadores (masetero, temporal y pterigoideos), el tensor del velo del paladar y el tensor del tímpano.

Esquemáticamente así:






Y , ¿cómo lo hacemos? Usaremos técnicas de anestesia tópica (cutánea o mucosa) y por infiltración para producir bloqueos faciales.
La vía tópica se emplea mucho para cirugía de cornetes y procedimientos sinusales, así como en la orofaringe y labios. Hay que ir con cuidado ya que la absorción es inmediata y masiva, y si nos pasamos podemos tener efectos secundarios del agente anestésico (SNC, cardiovasculares...). Si lo asociamos a adrenalina, la vasoconstricción que ésta produce ayuda a disminuir la absorción del anestésico y mejora el perfil de seguridad, prolonga la duración del efecto, aumenta la intensidad del bloqueo, desciende la velocidad de absorción, por lo que aumenta la dosis máxima (disminuye la toxicidad sistémica) y reduce
el sangrado del campo quirúrgico del bloqueo. 
Si usamos la vía de la infiltración conseguiremos la anestesia de toda una región, un bloqueo. Hemos de tener en cuenta una serie de reglas básicas: asepsia del campo, inyección lenta y aspiración cada vez que cambiemos la dirección de la aguja. Hemos de pensar que la administración por esta vía deforma el tejido por lo que debemos tener muy claro antes de la infiltración nuestro campo quirúrgico. Quizás por este motivo se prefiere los bloqueos de la cara a la infiltración local selectiva. Los bloqueos se usan en mucha frecuencia para procesos diagnósticos, pero también son útiles para cirugía. Anestesian, con menor cantidad de fármaco que la infiltración local,  un territorio distal al punto de inyección. Por ejemplo, en la cirugía nasal se puede anestesiar el territorio  mediante el bloqueo del nasociliar e infraorbitario. Para los bloqueos de la cara, se necesita poca cantidad de anestésico, y los más usados es la lidocaína, bupivacaína o ropivacaína.













Bloqueos superficiales
- nv. frontal: a nivel del agujero supraorbitario en el reborde orbitario, en la vertical de la pupila centrada. El agujero se palpa con el dedo a unos 2-3 cm de la raíz de la nariz.





- nv. supratroclear: en la unión de las 2 rectas de la ceja y la arista nasal.
- nv. infraorbitario: a nivel del agujero infraorbitario sobre el pómulo en la vertical de la pupila centrada. La vía percutánea es a través del ala nasal en el surco nasogeniano, hacia el ángulo externo de la orbita. En la vía endobucal se introduce la aguja en el surco gingivolabial a nivle de la fosa canina (de fácil identificación con el dedo) y se dirige hacia el ángulo lateral de la órbita. La zona anestesiada será la mejilla, párpado inferior, ala nasal y labio superior.






- nv. mentoniano: identificar primero el orificio mentoniano a nivel del punto medio de la rama horizontal mandibular en la vertical del primer molar, en una línea que pasa por los agujeros supra e infraorbitarios y por la pupila centrada. La vía transcutánea se realiza por la inyección lateral al agujero sin penetrar en él, inyección poco a poco y presión con el dedo para que difunda y anestesia así el plexo dental anterior inferior. Se anestesia el labio inferior y mentón La vía endobucal la aguja contacta con la encía en la vertical del primer premolar, sin inyectar dentro del conducto. Mediante la vía endobucal extendemos la anestesia al primer premolar, cara labial.


Bloqueos profundos:

- nv. nasociliar (etmoidal anterior): anestesia sin vasoconstrictor (VC) de forma lenta. Punción en el ángulo superomedial de la órbita, equidistante entre el pliegue palpebral posterior y la ceja. La aguja se mantiene en contacto con el ojo que se aparta con el dedo, se introduce 1'5 cm (no más de 3 cm por riesgo de lesión del nv. orbitario) ya que el agujero etmoidal está a unos 1'3cm del marco orbitario. Verificamos movilidad ocular y luego inyectamos el anestésico lentamente y fraccionado. Se presiona con el dedo para facilitar su difusión y evitar edema. Esta vía puede acarrear algún problema como la perforación del globo ocular como la más importante, hemorragia retroorbitaria secundaria, edema palpebral, ptosis, o hematoma en el punto de la inyección. Por este motivo se desaconseja esta vía en pacientes con miopía, trastornos de la coagulación o un jo único.




- nv. maxilar (V2): puede abordarse de varias maneras. La punción troncular se realiza desde su salida del agujero redondo en la parte posterosuperior de la fosa pterigopalatina hasta antes de entrar en la hendidura esfenopalatina. Como esta región es de difícil acceso, se han descrito varias vías de abordaje, como la infracigomática, la de Schlösser, la palatina orbitaria de Matas y la supracigomática. Esta última es la más sencilla y la que comporta menos complicaciones respecto a las otras. Introducimos la aguja perpendicularmente a la piel a nivel del ángulo óseo formado por el borde lateral de la órbita  y el borde superior de la apófisis cigomática, contactamos con el borde temporal del hueso esfenoides a unos 1'5-2 cm, nos dirigimos ahora bajo el borde inferior de la cresta temporal  con un ángulo de 7º en sentido posterior, avanzamos la aguja unos 2 c hasta el fondo de la fosa pterigopalatina a 5 mm debajo el agujero redondo por el que sale el tronco del V2. No es una técnica muy complicada en la que nos evitamos complicaciones intracraneales u orbitarias de otras aproximaciones. 


- nv. mandibular (V3): los 4 ramos sensitivos del V3 se pueden anestesiar a la salida del agujero oval en la fosa infratemporal. Bloquearemos toda la parte inferior de la cara: mandíbula, suelo de la boca dos tercios anteriores de la lengua y la articulación temporomandibular (ATM). Infiltramos perpendicularmente a la piel  bajo el arco cigomático, entre el cóndilo por detrás y la apófisis coronoides por delante, avanzamos hasta tocar el hueso de la apófisis pterigoides a unos 4-4'5 cm de profundidad. Retiramos un poco la aguja y la torcemos unos 60º hacia atrás y avanzamos hasta aparecer una parestesia en el área de V3. Inyectamos ahora el anestésico lento y fraccionado. El nv. mandibular sale por el orificio oval, por delante de la apófisis pterigoides. No es infrecuente el fracaso de esta técnica por sus variaciones anatómicas, ya sea la no anestesia efectiva o la infiltración de la arteria maxilar, por su proximidad. 


- nv. alveolar: pondremos un dedo dentro de la boca a nivel de la cara dental de la mandíbula, así que la zona donde toca la uña con la rama ascendente será el punto de inyección, a unos 10 mm por debajo del plano oclusal de los dientes inferiores. Avanzamos unos 2 cm la aguja cobre la cara interna d la rama ascendente, paralela al plano oclusal de los dientes. Ahí infiltramos el anestésico. Suele en esta maniobra anestesiarse también el nervio lingual. También puede realizarse a través de la boca, mediante la técnica de Spix, para anestesiar el lingual, alveolar y bucal. Se pincha en el punto de bloqueo alveolar por dentro de la boca y luego se dirige la aguja hacia el cóndilo mandibular. Ahí se infiltra, tras contactar con el hueso.


Vemos algunas otras vías de bloqueo nervioso de la región de la cara gráficamente: 















Cirugía cervical, faringolaríngea y oncológica.
En la mayoría de los casos la anestesia locorregional se asocia a la general, sobretodo en cirugía oncológica.
Veamos los principales nervios implicados:
- plexo cervical: formado por los ramos anteriores de los 4 primeros nervios cervicales (C1 a C4), de los que la 2ª-3ª-4ª son sensitivas. Se unen para formar tres asas cervicales laterovertebrales. Cada asa da lugar a ramos profundos y superficiales. El plexo cervical profundo da inervación motora a la mayor parte de los músculos cervicales y da origen en parte al nv. frénico a partir de C3 y C4. El plexo cervical superficial emerge por la parte medial del borde posterior del ECM e inerva los tegumentos cervicales posteriores y de los hombros hasta la segunda costilla. Está formado por el ramo mastoideo o nv. occipital menor, ramo auricular o nv. auricular mayor, ramo transverso o nv. transversal del cuello y el ramo supraclavicular o nv. supraclavicular. Estos cuatro ramos o nervios del plexo cervical superficial los podemos anestesiar con facilidad conociendo su trayectoria a la salida del borde posterior del ECM. 
- bloqueo plexo cervical superficial: el punto de punción se sitúa en el borde posterior del ECM, justo donde cruza por delante de la vena yugular externa y una línea que pasa por el cartílago tiroides. Se efectúa una punción en abanico a lo largo del ECM. Otra opción es una única inyección retrógrada a lo largo del ECM. Anestesiamos la parte posterior del cráneo, parte anterior y posterior del cuello y hombros hasta la 2ª costilla.







El profundo también es accesible. Veamos:



- bloqueo plexo cervical profundo: suele hacerse mediante 3 punciones a 1 cm del borde posterior del ECM, desde punta de mastoides hasta el tubérculo de Chassaignac. Las apófisis transversas de C2, C3 y C4 se separan 15 mm entre ellas. Pincharemos en cada nivel perpendicularmente hasta contactar con la apófisis transversa, ligeramente caudal para no entrar en el agujero de conjunción. Entonces inyectamos el anestésico. También puede hacerse mediante una sola inyección a nivel de la apófisis transversa de C3 o C4, en el punto de intersección entre las líneas que pasan por el  borde superior del cartílago tiroides una, y el surco interescalénico la otra. 


Y otros bloqueos que podemos hacer en la región cervical son estos:








Como veis, la anestesia tópica es una alternativa real a la anestesia general.
Podemos realizar casi todos nuestros procedimientos bajo este tipo de anestesia, pero será necesario conocer muy bien la anatomía de nuestra región. Procedimientos más simples se pueden realizar en la consulta tales como miringotomías, miringoplastias, colocación de tubos de drenaje transtimpánicos, radiofrecuencia de cornetes nasales, exéresis de ganglios cervicales, exéresis de lesiones mucosas orofaríngeas..... Otras se pueden realizar con este tipo de anestesia pero en quirófano como una timpanoplastia con o sin mastoidectomía. Y también como, hemos visto, podemos asociar los dos tipos de de anestesia.







 
Y para desbloquearnos un poco demos un paseo por las nubes, a deslicémonos suavemente por el arcoiris.... cerrar los ojos y volar....
















Fuentes:
Anestesia local y locorregional en cirugía menor. J.M. Arribas Blancoa , N. Rodríguez Pataa , B. Esteve Arrolab y M. Beltrán Martín. 2001
- Guía consenso sobre técnicas de infiltración anestésica de nervios pericraneales. S. Santos Lasaosa, , M.L. Cuadrado Pérez, A.L. Guerrero PeralM. Huerta Villanueva, J. Porta-Etessam, P. Pozo-Rosiche y J.A. Pareja. 2016
- Atlas de anestesia locorregional
Bloqueo del plexo cervical. Dominic Harmon, Jack Barrett
Colección historicomédica de la Universidad de Valencia
El anestesiólogo del futuro, ¿ciencia o ficción? 
Los orígenes de la anestesia
- Wikipedia
Diccionario de la Real Academia Española
Enciclopedia británica.
Historia de la anestesia
Juan Pablo Álvarez, Dr. Francisco Javier Villanueva: la primera administración de una anestesia general en Chile. Revista Médica Clínica Las Condes. Volume 24, Issue 2, March 2013, Pages 320–323
Anestesia en la antigüedad

martes, 7 de marzo de 2017

Dolor postoperatorio, también en ORL. ¿Lo tratamos bien?

Hace poco he leído en un diario digital que 2,4 millones de personas tienen dolor postoperatorio en España cada año. No es poco.



http://elpais.com/elpais/2016/04/15/ciencia/1460730051_682471.html


Somos muchos los que operamos. Para hacernos una idea, en 2014 éramos 238.240 médicos colegiados en España, y 242.840 en 2015. 5.225 médicos en Baleares. En 2009 éramos 1.779 otorrinolaringólogos, y en las Islas Baleares, donde ejerzo, 42. Actualmente somos unos cuantos más, han ido entrando residentes al sistema. En España ya somos 46.468.102 habitantes... Hay suficientes médicos...? Hay suficientes otorrinos...? Pero este es otro tema... no nos desviemos del hilo de este post!!!
Al día se realizan muchas cirugías en nuestro campo de la ORL. Muchas de ellas son ambulatorias, pueden irse a casa el mismo día si no ha habido complicaciones postoperatorias.  
El dolor es una percepción muy subjetiva. Hay dolores que se consideran como muy dolorosos, valga la redundancia, como son la rotura de ligamentos, fracturas óseas, golpes en testículos, cefalea en racimo, neuralgia del trigémino, quemaduras, cólico nefrítico... entre muchos otros.
En ORL, el dolor es un síntoma muy prevalente, sea intenso o leve. Otitis externa, amigdalitis, faringitis, neuralgias, cirugía orofaringea, sinusopatías... Y también el postoperatorio.  En general éste se encuentra sobre el 50%, y no siempre lo tratamos de forma adecuada. Por fortuna, las recientes Unidades del Dolor han mejorado mucho esta situación. En la cirugía ambulatoria no solemos tirar de estas unidades pero sí en muchos otros procedimientos quirúrgicos en , como los oncológicos.
En los procedimientos ambulatorios el 23-24% de pacientes presentan dolor moderado-intenso a las 48h, tanto adultos como niños y sobre el 10-12% a la semana.







El dolor postoperatorio puede acarrear múltiples consecuencias. A parte de las psicológicas, podemos tener repercusiones del tipo:
  • respiratorias: el dolor es uno de los principales responsables del deterioro de la función respiratorias, aunque no el único. Sobretodo en cirugías torácicas o abdominales altas. En ORL puede aparecer en cirugías cervicales ampliadas a la región torácica alta. Entre el 20 y 60% de los pacientes. Es debido a la disminución de la capacidad pulmonar residual funcional, una disminución voluntaria de la tos, una inmovilidad antiálgica de la caja torácica, y una disminución de la función mucociliar entre otras. Todo esto lleva a una alteración del índice ventilación/perfusión y un aumento del shunt  intrapulmonar que favorece la hipoxemia. Es el síndrome restrictivo pulmonar. Con un tratamiento correcto postop se mejora en un 15-20% los resultados de la espirometria forzada. La analgesia epidural parece disminuir significativamente la incidencia de morbilidad pulmonar.
  • digestivas: el dolor postoperatorio se relaciona con una mayor incidencia de nauseas y vómitos y secreciones intestinales. No es solo exclusivo de cirugías abdominales, también de las nuestras. En cuanto al tratamiento del dolor posoperatorio si se hace con opioides se agrava el problema al deprimir la motilidad gastrointesitnal, independientemente de la vía de administración, aumentando las náuseas y vómitos. La vía epidural parece tener menos repercusión. La mejor opción analgésica para el dolor posoperatorio y control de la función gastrointestinal sería la administración de soluciones diluidas de anestésico local y/o dosis pequeñas de opioides por vía epidural.
  • metabólicas: el dolor postoperatorio induce un estado de aumento de la respuesta endocrina frente a la agresión por la cirugía por hiperactividad simpática e hipotalámica. Al final hay un aumento de la secreción de catecolaminas, ACTH, GH, h. antidiurética, vasopresina, prolactina, endorfinas, cortisol, glucagón y aldosterona. La secreción de insulina está inhibida lo que provoca un estado de lipolisis e hipercatabolismo protéico. Todo esto lleva a un estado de intolerancia a la glucosa, aumento de cuerpos cetónicos, aumento del ácido láctico, aumento del consumo de oxígeno, balance negativo del nitrógeno, retención de sodio y agua y pérdida de potasio. Parece ser que los bloqueos espinales con anestésico locales disminuyen significativamente las alteraciones endocrinometabólicas.
  • inmunológicas: existe una leucocitosis, neutrofilia, linfopenia, disminución de la función de los LB y LT, disminución de la secreción de inmunoglobulinas (IgM e IgG) y disminución de C3, C4 e histaminas, entre otros.
  • urológicas: hay un aumento del tono simpático con disminución de la motilidad del tracto urinario con hipomotilidad ureteral y vesical, con retención urinaria.
  • musculoesqueléticas: atrofia muscular por la inactividad y algias articulares al inicio de la movilización.
  • cardiocirculatorias: se produce un aumento de la presión arterial, de la frecuencia cardíaca y del consumo de oxígeno miocardico. Todo esto es debido al aumento de la secreción de catecolaminas secundaria  ala hiperactividd simpática por el dolor. Es más importante en pacientes con patología cardíaca previa. Se aumenta la incidencia de fenómenos tromboembólicos por el vasoespasmo, la éstasis venosa, el aumento de a agregación plaquetaria y la inmovilidad. Los pacientes con bloqueos epidurales torácicos presentan menos dolor y menor consumo de oxigeno. La analgesia epidural como la morfina a altas dosis mejoran algunas variables como la taquicardia y la isquemia, pero no disminuyen la incidencia de complicaciones severas.


Para este tipo de dolor se suelen usar algunas medidas, las cuales las manejan mucho mejor los anestesistas en sus unidades del dolor:
  1. farmacológicos
    • AINEs
    • opioides
    • anestésicos locales
    • otros:
      • sulfato magnesio, ketamina, antagosnistas sustancia P, clonidina, somatostatina, calcitonina.
  2. no farmacológicos:
    • TENS, estimulación eléctrica transcutánea
    • crioanalgesia
    • técnicas psicológicas

Algunos principios que hemos de tener en cuenta si queremos arriesgarnos a controlar nosotros mismos el manejo del dolor postoperatorio son estos: 
    • elegir la vía de administración adecuada:
      • oral, intramuscular, intravenosa, rectal, medular
    • dosificación en el tiempo: dar opción al paciente a rechazar la dosis
    • poder ajustar dosis, tipo de fármaco, y la frecuencia de administración:
      • riesgo de efectos secundarios
      • respuestas terapéuticas variables
      • respuestas individuales diferentes en duración y eliminación
      • cambios en la necesidad de analgesia con el tiempo
    • familiarizarse con la conversión de las dosis oral-rectal-ev-im

En nuestro campo algunos de los procedimientos están considerados de los más dolorosos, como la amigdalectomía o la cirugía de paladar:


Fuente. El dolor postoperatorio en la actualidad. Un problema de calidad asistencial.
Soler Company, E., Faus oler, M.T., Montaner Abasolo, M.C.



La ORL incluye una gran variedad de procedimientos, algunos muy simples como la miringotomía, y otros no tanto como la cirugía endoscópica nasal, rinoplastias, microcirugía laríngea, cirugía otológica y la controvertida amigdalectomía. 
La amigdalectomía ya sabemos que duele mucho pero también tenemos la tiroidectomía y en general casi toda nuestras intervenciones clasificadas como 'dolor moderado'. Algunos ejemplos:

                                          TIPO DE CIRUGIA                      Dolor leve        Moderado     Intenso

Fuente: Sobre el manejo del dolor agudo postoperatorio en cirugía ambulatoria. Grupo de trabajo sobre fisiopatología y tratamiento del dolor en cirugía ambulatoria. 2011



No toda la culpa de que duela después de la cirugía es nuestra o del anestesista. Influyen básicamente factores del paciente, factores dependientes de la intervención quirúrgica y la técnica usada y factores derivados de la técnica anestésica.






¿Por qué podemos fallar en el control del dolor postoperatorio? Las principales causas son estas:

  • desconocimiento de los fármacos analgésicos habituales
  • uso incorrecto de ls tratamiento coadyuvantes
  • mal criterio sobre los nuevos analgésicos y métodos de tratamientos
  • sobrestimación del riesgo asociado al empleo de opioides
  • confusión entre tolerancia, dependencia física y farmacodependencia
  • desconocimiento sobre el efecto miedo y de la ansiedad sobre el dolor
  • utilización preferente de las prescripciones a demanda

Y algunas actitudes que nos harán fallar en este control del dolor postop. pueden ser:
  • preocupación excesiva por el riesgo de generar farmacodependencia y depresión respiratoria
  • creencia de que la analgesia total no es el fin del tratamiento antiálgico
  • creencia de que algunos dolores son beneficiosos para el paciente
  • falta de consideración del tratamiento del dolor como una prioridad asistencial
  • tendencia del paciente en complacer al personal sanitario para no ser considerado 'quejica'
  • desconsiderar la intensidad del dolor manifestada por el paciente

Así que podemos plantear algunos estándares mínimos para el manejo del dolor postoperatorio:


Fuente: Sobre el manejo del dolor agudo postoperatorio en cirugía ambulatoria. 
Grupo de trabajo sobre fisiopatología y tratamiento del dolor en cirugía ambulatoria. 2011


En la mayoría de nuestros procedimientos, no podemos modificar mucho la técnica, los tiempos o el instrumental. Bien es cierto que cada vez las casas comerciales nos presentan aparatos que nos prometen que producen menos dolor, menos lesión tisular y menor tiempo de recuperación.

Algunas de las cirugías nuestras, por ejemplo:
- La amigdalectomía es de las cirugías más dolorosas que tenemos en la ORL. Ya está archiestudiada. Hay muchos estudios en los que intentan dilucidar si esta o aquella técnica es mejor, o si este o aquel instrumento produce menos dolor, o si este o aquel fábrmaco ayuda al control del dolor... Bisturí frío, electrobisturí, pinzas bipolares, radiofrecuencia.... Según algún estudio, la disección fría parece que produce menos dolor postoperatorio que si se realiza el procedimiento con electrobisturí. ¿Cuál es vuestra preferencia? ¿Cuál creéis que es la que produce menos dolor? 
Hay un estudio interesante en el que se propone un tratamiento analgésico y dietético para las amigdalectomías ambulatorias. Este protocolo parece que disminuye las complicaciones como los reingresos, hemorragias secundarias y visitas a URG y los pacientes presentan puntuaciones menores respecto al dolor.
Y si se compara opiáceos menores con corticoterapia, parece que no hay diferencias significativas en cuanto al dolor pero sí en cuanto a las complicaciones postoperatorias, menores con los corticoides.
A pesar de la controversia en relación a la administración de AINE y el riesgo de sangrado, una revisión realizada por la Cochrane mostró que no aumentaban la incidencia de sangrado ni de reintervención quirúrgica.

- En la septopalstia, por ejemplo, el dolor postoperatorio es mayor en la primera semana cuando la desviación septal operada es posterior que cuando es anterior. Si colocamos un taponamiento anterior, la primera semana postoperatoria es más dolorosa y menos confortable que si no lo colocamos, pero tras esta primera semana es igual dejar o no un taponamiento en este aspecto. Si preoperatoriamente infiltramos anestesia tópica con adrenalina el dolor postoperatorio es menor en las primeras 6 horas. Incluso si infiltramos lidocaina o bupivacaina en el taponamiento directamente en el postoperatorio inmediato, el dolor en las 48h siguientes es menor ya sea en la septoplastia o en la CENS, sirugía endoscópica nasosinusal. Si usamos gabapentina o pregabalina antes de la intervención reduce significativamente el dolor postoperatorio, pero puede aparecer algún efecto secundario que hace pensar su uso estandarizado. En la septoplastia endóscopica también el dolor es menor en el postoperatorio inmediato.

-La UPPP y cirugía de paladar en general también es dolorosa, o muy dolorosa. La analgesia postoperatoria es habitual e imprescindible. Algún estudio sostiene que si se aplica láser a baja potencia sobre el lecho quirúrgico la necesidad de analgesia postcirugía en menor así como el edema que produce la intervención. Otros concluyen que en la cirugía orofaringea como la amigdalectomía o la UPPP, si inyectamos bupivacaina en la región peritonsilar o en el paladar blando, el dolor perioperatorio en menor, aunque no todos los estudios están de acuerdo.

La recomendación general es un abordaje multimodal incluyendo la infiltración del lecho quirúrgico con AL. Dos aspectos importantes deben ser considerados en nuestra especialidad: el potencial compromiso de la vía aérea en la microcirugía laríngea oncológica (valoración cuidadosa de la administración de opioides tanto en la URPA como en domicilio) y la gran incidencia de náuseas y vómitos postoperatorios en la cirugía de oído, en especial en la estapedectomía, por lo que es aconsejable realizar una valoración del riesgo basal del paciente y llevar a cabo una prevención multimodal.


En las cirugías de nuestro campo, sería suficiente tener un buen conocimiento y manejo de la farmacología analgésica habitual. Un buen control del dolor postoperatorio lo conseguiremos, o empezaremos a conseguirlos, si conocemos bien los analgésicos y cómo usarlos. Sino, deja paso a la Unidad del Dolor...

¿Subestimamos el dolor postopeatorio?
¿Hacemos poco caso al paciente cuando se queja?
¿Utilizamos bien nuestras opciones farmacológicas y no farmacológicas?
¿Hemos de tratarlo nosotros o las Unidades del Dolor?





Una forma de intentar pasar mejor el dolor es intentando relajarnos.... Y que mejor que con Ive Mendes y su Casticais. Fantástica Bossa Nova, fantástica cantante, fantástica voz....

Escucharla con calma.





Buena semana a todos!!!













Fuentes:
Is the location of a septal deviation associated with the degree of postoperative pain after septoplasty?. Ear Nose Throat J. 2016 Oct-Nov;95(10-11):E37-E39. Özler GS.
- Int J Pediatr Otorhinolaryngol. 2016 Oct;89:183-6. The effectiveness of low-level laser on postoperative pain and edema in secondary palatal operation. Ezzat AE, El-Shenawy HM, El-Begermy MM, Eid MI, Akel MM, Abbas AY.
- INE. Inventario de operaciones estadísticas de la administracion general del estado
- INE. Estadistica de profesionales sanitarios colegiados
- Oferta y necesidad de especialistas  médicos en España.
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