¿ Como se orientan los animales en las profundidades del océano...?
La zona abisal o zona
abisopelágica es uno de los niveles en los que está dividido el océano
según su profundidad, corresponde al espacio oceánico: entre 3.000 y 6.000 metros .
Es una zona oscura donde la luz solar no llega.
Dentro de estas zonas
abisales se encuentra una fauna muy variada y curiosa, llamada fauna abisal o fauna
abisopelágica. Ésta abarca los animales que viven en las profundidades del
océano y que en general no se acercan a la superficie.
Estas especies son poco
conocidas por el hombre ya que al encontrarse a más de 3000 metros
de profundidad son muy difíciles de estudiar. Estas zonas tan profunda están sometidas a una presión muy elevada
superando las 200 atmósferas, y la temperatura es de entre -1 y 3 ºC ya que la luz
solar no llega a tales lugares.
Pero a pesar de ello muchos
seres vivos se las han arreglado para soportar estas condiciones. Son seres
adaptados a la gran presión, y en general sus cuerpos son pequeños y blandos.
Debido a estas condiciones difíciles de
estudio aún no se conoce
actualmente cuántas especies distintas habitan estos fondos marinos, pero
aquellas que han sido avistadas tienen, generalmente, formas
"monstruosas" en relación a los estándares de peces de lugares más
superficiales. Además, según los científicos, estos peces son descendientes de
los peces superficiales y son así debido a las condiciones en los que ellos
viven. Estos tipos de peces tienden al gigantismo debido a las
condiciones extremas en las que viven. Crecen muy lentamente, por lo tanto, su
metabolismo es también muy lento y viven muchos años. Para salvar la falta de
alimento y luz, presentan cambios evolutivos tales como grandes bocas,
estómagos deformables, órganos bioluminiscentes, dientes
desproporcionados, etc.
En el fondo del océano
no existe vegetación que realice la fotosíntesis, es decir, no
existen algas verdes. Esta zona depende en gran parte del particulado
de detritos que cae desde la superficie, excepto en las zonas donde
se presentan las fuentes hidrotermales, que depende de la energía
geotérmica, en donde la producción primaria depende de la quimiosíntesis,
que es desarrollada por especies bacterianas, presentes sobre el sustrato o en
los organismos.
Interesante.
He aquí algunas de estas criaturas abisales:
Rape abisal
Fotografía de David Wrobel, SeaPics |
Pez
víbora del Pacífico
El pez
víbora del Pacífico tiene unos dientes irregulares y extremadamente afilados,
de un tamaño tan exagerado que apenas puede cerrar la boca. Este diablo de las
profundidades marinas tiene una longitud máxima de 25 centímetros. Recorre
profundidades de hasta 4.400 metros y atrae a sus presas con los fotóforos
bioluminiscentes de su vientre.
Fotografía de David Wrobel, SeaPics |
Calamar
vampiro
"Calamar
vampiro" es un nombre adecuado para una criatura que merodea por las
oscuras profundidades del océano. Este diminuto cefalópodo, perfectamente
cómodo a profundidades de 3.000 metros, vaga por la oscuridad con unos ojos
que, en proporción con el resto de su cuerpo, son los más grandes de cualquier
animal del planeta. Esta especie recibe su nombre por sus oscuros brazos, que
contienen membranas y que el calamar vampiro utiliza a modo de capa para
envolverse.
Fotografía de Kim Reisenbichler, National Geographic |
Los
tiburones de seis branquias, como éste fotografiado frente a las costas de Vancouver,
navegan por el fondo marino de día, a profundidades de hasta 2.500 metros, y
por la noche suben a la superficie para alimentarse. Pueden alcanzar longitudes
impresionantes de hasta 4,8 metros con una dieta basada en otros tiburones,
rayas, calamares, cangrejos y de vez en cuando focas.
La
filmación del mítico calamar gigante en su hábitat natural por primera vez en
la historia sorprendió al mundo entero. Fue grabado por
primera vez en 2013 cerca de las costas de Japón, en el Océano Pacífico. Esta
impresionante criatura mide tres metros y tiene, entre otras características,
ojos del tamaño de pelotas de basket. La bestia fue capturada en
imágenes por científicos del Museo Nacional de Ciencia de Japón, en
colaboración con la cadena pública japonesa NHK y Discovery. Para poder lograr
esta hazaña se usaron sumergibles que permitieron llegar a una profundidad de
630 metros, durante cien misiones y 400 horas. La escurridiza criatura se
encontraba a unos 15 kilómetros al este de la Isla de Chichijima, en el Océano
Pacífico.
Pez
dragón
Es
uno de los peces más escalofriantes. Puede llegar a tener los dientes tan
largos al punto de no poder cerrar la boca. Se ubica entre los 4000 y 4500 metros y llega a
medir 32 cm .
Diablo negro (Melanocetus
johnsoni)
Este
pez abisal habita profundidades de unos 4000 metros. Tiene
igualmente un cuerpo poco hidrodinámico y la piel flácida, con una capacidad
asombrosa de permanecer quietos entre dos aguas (otros peces
se hundirían si dejaran de nadar).
Fuente: Fishes of Australia, de Edith Widder |
Esto evita que los detecten posibles
depredadores. Poseen un órgano bioluminoso en el extremo de un
apéndice sobre la cabeza, que emplean para atraer presas a sus fauces. Tienen
un tamaño máximo de 20 cm. Las
hembras son mucho mayores que los machos. De hecho, todas las ejemplares
capturadas tenían uno o varios machos acoplados en los costados o
incluso entre los ojos. Parasitan normalmente a la hembra a cambio de
esperma, fusionando sus tejidos con los de la hembra y degenerándose hasta
quedar totalmente fundidos con ellas.
Cerato abisal blanco (Haplophryne
mollis)
Como
los otros ceratos, el dimorfismo
sexual de estos peces abisales es muy pronunciado (esto quiere
decir que hay clara diferencia física entre machos y hembras).
Imagen: Zoea. |
Los machos son en este caso de 15 a 30 veces menores
que la hembra,
y mucho más numerosos. De ahí que su objetivo vital sea encontrar una hembra y
parasitarla, convirtiéndose en meras
bolsas de esperma que fertilizan a la hembra y perpetúan la
especie. En la imagen se pueden observar al menos dos pequeños machos
adosados al vientre de la hembra. El apéndice de la cabeza es un órgano
bioluminiscente para atraer presas.
Curioso...no? Al menos a mi me sorprende saber que existan estas criaturas tan extravagantes y que puedan vivir en condiciones tan extremas para el resto de los habitantes terrícolas.
En esa zona hay muy poca luz, mucha presión, escaso ruido.... ¿Cómo se orientan estos animales?. ¿Ven?. ¿Oyen'. ¿Huelen?
La gran
mayoría de ellos poseen una característica muy peculiar: son casi ciegos,
prácticamente no pueden ver y puede que la oscuridad sea una causa del escaso
desarrollo de sus ojos. Utilizan otros sentidos más adecuados para percibir el
entorno en falta de luz, como la sensibilidad a campos eléctromagnéticos de
otros animales.
Para superar la gran
presión, la mayoría de los peces abisales tienen sus huesos bajos en calcio y
poco desarrollados debido a la oscuridad, su cuerpo está lleno de agua y por lo
tanto pueden aguantar el peso de la columna de agua simplemente manteniendo
igualadas las presiones externa e interna.
Otros han desarrollado una de las características más sorprendentes de ciertas especies es su bioluminosidad. Algunas medusas y peces logran, mediante ciertas bacterias que habitan dentro de su organismo, iluminar determinadas zonas de su cuerpo para poder ver en la oscuridad o atraer a sus presas. Entre estas especies luminosas podemos destacar al pez pelícano o a las medusas mertensia o abisal.
Algunas especies han desarrollado un gran sentido del olfato para localizar sus presas.
Los peces, en general, tienen una o
dos parejas de «narinas» (es el nombre que reciben sus
orificios nasales) por los que el agua entra en la cavidad nasal. Dentro de la
cavidad nasal se encuentra el epitelio olfativo con las células sensoriales que
detectan moléculas disueltas en el agua. La mayoría de las especies de peces
tienen receptores olfativos muy sensibles, capaces de detectar la presencia de
moléculas en concentraciones muy bajas.
¿Para qué utilizan el
olfato los peces? Depende mucho de cada especie, pero se ha demostrado que básicamente lo
utilizan para encontrar comida, para
encontrar pareja, para reconocer otros peces de su especie, para detectar
depredadores o para orientarse.
Vaya.... Gran olfato a gran profundidad...
En fin.
Una curiosidad que me apetecía explorar.
Feliz semana a tod@s !!!
Y aquí los tenéis: